Hulboldt – Modifica el clima en la costa del Perú

En 1802 Humboldt observó por primera vez, la majestuosa marcha de las frías aguas del mar Antártico hacia las regiones equinocciales, formando la gran corriente austral, que algunos geógrafos llaman corriente peruana, y otros, con más justicia corriente de Humboldt.

A cierta latitud varía su curso hacia el oriente, bifurcándose a los 43° de latitud S. Uno de los brazos se dirige al S.SE., pasando por el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos, hasta penetrar en el Atlántico; mientras que el otro brazo corre hacia el E.NE., bañando la costa de América del Sur hasta el paralelo de Arica.

Pasada la inflexión que forma allí la costa, continúa su marcha en dirección N.50O. hasta la altura del cabo Blanco, a los 5° de latitud S., donde se aparta bruscamente de la costa, para tomar la dirección O.NO. pasando a 20 leguas al N. del archipiélago de Galápagos y perdiéndose en seguida en la corriente ecuatorial del Pacífico.

Formada la corriente de Humboldt por las aguas glaciales del mar Antártico, su temperatura es más fría que la del mar que atraviesa en su marcha, aún cuando a medida que avanza hacia la línea equinoccial, la temperatura de la corriente va elevándose, como es natural, para ponerse en equilibrio con el calor del resto del mar. Así, a la altura del Callao, las aguas de la corriente son 8°C. más frías qu elas del resto del Océano, y a la latitud de Paita la diferencia de temperatura es de solo 4 grados.

La anchura de este río oceánico varía en las diversas latitudes, pues a la altura del Callo se ha observado que se extiende de 100 a 120 millas; 180 a la de Paita y hasta 500 millas en Galápagos.

Entre la costa del Perú y el Océano Pacífico, se interpone pues, un ancho río de aguas 6 u 8 grados más fría que las de los mares que atraviesa; y dada la baja temperatura de aquellas aguas, los vapores que de ellas se desprenden tienen que ser poco considerables.

Tomado de.
https://www.biodiversitylibrary.org/item/183713#page/277/mode/1up

Las lluvias en Piura. Tomo IV – Pg. 241
Porque llueve en la costa del Perú. Página 254

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